ALMAYAT.artesanía: MERCADOS, MERCADILLOS, ZOCOS Y FERIAS.

Desde los comienzos de la civilización, las sociedades han asignado un lugar preferente a la ubicación del mercado. Un mercado destinado, no solo al comercio de mercancías y animales para avituallamiento diario y extravagantes productos venidos de lejanas tierras, sino un lugar para la distensión, la relación entre vecinos y forasteros, conocimientos de noticias y adopción de modas con las que marcar unas señas de identidad de pueblo.

Los gobernantes otorgan decretos a las ciudades para la organización de mercados o ferias anuales con las que además de engrosar las arcas del estado y utilizarlas como un estandarte del gobierno, dotan a estos núcleos de población de un valor añadido con el que crecer y progresar. Muchas ciudades importantes de la actualidad deben sus comienzos a la realización de un mercado en el que cada año se reunían los mejores productos de la época, animales y materias primas para la confección de vestidos, fabricación de muebles, decoración, especias y semillas para el consumo…

Los mercados se consolidan, son un atractivo para sociedades desarrolladas, símbolos locales e intervienen directamente en la prosperidad del entramado social y urbano con la creación de talleres y establecimientos comerciales, edificios, puentes y calzadas.

Mercados, mercadillos, zocos, ferias todos forman parte de una institución que debiera ser considerada como de las fundamentales en la concepción de los servicios que ofrece una población a sus habitantes y turistas que la visiten.